domingo, 24 de julio de 2016

¿Extinción de Dominio o Extinción de Los Derechos Laborales, Jurídicos y Constitucionales de los Colombianos?

¿Extinción de Dominio o Extinción de Los Derechos Laborales, Jurídicos y Constitucionales de los Colombianos?

En medio del espeso verdor y del paisaje campestre en la vía que lleva a Panaca, abandonados a su suerte los más de 31 trabajadores y con el calor de la fraternidad de los distintos directivos sindicales nacionales se han sostenido con valor frente a las instalaciones del hotel “Decameron” Las Heliconias desde el pasado 6 de julio en las afueras del complejo hotelero tras no permitirles ingresar a laborar.

El 20 de julio de 1.810, se dio el grito de la independencia en nuestro país, y el pasado 20 de julio de 2016, los trabajadores del Hotel Campestre Las Heliconias del municipio de Quimbaya, departamento del Quindío, también dieron su propio grito de independencia.

Por esta razón, los miembros de la junta directiva sindical nacional de SINTHOL  y en compañía fraternal y solidaria de otras delegaciones del territorio patrio se llevó a cabo el pasado 20 de julio de 2016, una protesta pacífica, en donde a través de pasacalles, volantes, publicaciones y megáfonos se elevaron las denuncias de todos estos valerosos trabajadores que hoy luchan por que les devuelvan sus puestos de trabajo los cuales fueron arrebatados sin ninguna justa causa legal. Desde luego que no faltó la elaboración de una acción de tutela por el derecho al trabajo y de la cual esperamos ansiosos que sea favorable para los intereses de nuestros compañeros y hermanos de clase.

Después de más de 206 años del grito de independencia, hoy queda en el ambiente una usual inquietud: ¿Independencia de qué o de quién? Pero, finalmente es una independencia que hoy se convierte en un día donde el grito nacional de todo un pueblo es la liberación del yugo del capital extranjero, ese mismo que hoy los gobernantes de turno lo llaman inversión extranjera; y es bajo ese nombre que usan con el que arrasan pueblos, culturas, recursos naturales; el que despiadadamente acaba con los más mínimos derechos jurídicos, económicos, políticos y laborales. El mismo capital que día tras día y en confabulación con los gobernantes de turno, se llevan el patrimonio público y pone a su disposición reformas a las distintas leyes para darles cierto tinte de legitimidad y operar con mayor libertad.

Triste suerte fue la que corrió La Posada Alemán,  lastimosamente el estado dejo acabar con todo lo que decomisó y se lo entregó a manera de favor político a secuestres que como aves de rapiña no solo desmantelaron estas imponentes obras si no que en vez de procurar un buen uso, las dejaron a su buena suerte y olvido, este es uno de muchos casos. Pero, contrario a los trabajadores del Hotel Campestre Las Heliconias de Quimbaya, estos se quedaron a cuenta propia, pasando meses sin recibir salarios y ninguna remuneración solo con la esperanza de sacar el hotel a flote y no dejarlo perecer en el olvido.

Por estas y muchas otras razones, es que hoy no puede ser ajeno para todo el pueblo colombiano, y en especial para los quimbayunos esta justa protesta de los trabajadores del Hotel Campestre Las Heliconias, por el que han dado sus vidas, sus sacrificios, muchas veces sin percibir remuneración alguna, sorteando e ignorando sus necesidades básicas y que de repente las administraciones y el mismo capital extranjero quieren con una acción ingrata despedirlos, arrebatarles su verdadero trabajo por el que se han sacrificado ellos mismos y sus familias sin reconocerles sus más mínimos derechos, laborales, políticos y jurídicos contemplados dentro de la legislación colombiana.

Aunque la Constitución reivindica los derechos humanos, con gran alharaca  y bullicio en el DERECHO AL TRABAJO, lo cierto es que las reformas laborales, los proyectos de ley en curso y las políticas del gobierno van dirigidas a acabar los derechos adquiridos de los trabajadores, haciendo que el sindicalismo pase de un estancamiento a un proceso de extinción si no hay correctivos a tiempo. Esta marcha política y pacífica de un puñado de valientes trabajadores y trabajadoras del Hotel Campestre Las Heliconias, dejó claro que los trabajadores aún les queda la dignidad y la valentía a no dejarse pisotear sus Derechos Laborales y Constitucionales; esta jornada de protesta pacífica  –algo extraña y poco común dentro de la cultura de los quimbayunos- reflejan la intención del Estado y del capital extranjero –En este caso la Compañía Multinacional Decameron- de exterminar “física” y organizativamente a los trabajadores lo cual impone nuevos retos a nuestra organización sindical a perfeccionar formas de acción sindical para poder, de manera eficaz, confrontar la política neoliberal imperante y defender los puestos de trabajo.

1 comentario:

  1. A nuestros compañeros trabajadores del Hotel Campestre Las Heliconias, todo nuestro apoyo y solidaridad. La lucha por conservar el trabajo y un contrato laboral digno es nuestra bandera de lucha y nos oponemos rotundamente a los mezquinos intereses de las multinacionales que no sólo se roban nuestros recursos naturales y humanos sino que violenta nuestra propia legislación laboral vigente y nos deshumaniza nuestra relación laboral. Por el Derecho al trabajo y los contratos laborales dignos; ¡NI UN PASO ATRÁS!

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